SANTIAGO.- Víctor Robles estaba tan deseoso de jugar con las Águilas Cibaeñas que “echó el pleito con los Nacionales de Washington para que lo dejaran jugar con las Águilas Cibaeñas” . Tras perderse cuatro meses de acción en la pasada temporada de las Grandes Ligas, producto de una lesión en el codo izquierdo, Robles puso de su parte para tratar de convencer a la gerencia de los Nacionales de que le permitiera accionar y lo logró.
“Yo mismo hablé con la gerencia del equipo (Nacionales) para que me dieran el permiso. Gracias a Dios que lo logré y aquí estamos. Ahora lo que nos resta es trabajar fuerte para ayudar al equipo en lo más que se pueda y mostrar lo bien recuperado que estoy de la lesión”, indicó Robles, quien bateó .288 con tres cuadrangulares y diez carreras remolcadas en 59 turnos en esta temporada en las Mayores.
Al nativo del sector de Alma Rosa, en Santo Domingo Este, le gustaría estar a tiempo completo con las Águilas, pero es una decisión que no puede controlar. “Fue un poquito complicado lograr el permiso, pero ellos entendieron por lo que decidieron darme la oportunidad de jugar unos cuantos partidos en la Liga Dominicana. Todavía no tengo el límite de juego, pero espero que sea un tiempo prudente”, señaló el patrullero izquierdo.
Robles impresionó al dirigente de las Águilas, el puertorriqueño Lino Rivera, quien no había tenido la oportunidad de verlo jugar en el béisbol profesional.
“Víctor le trae mucha energía al equipo”, dijo Rivera. “Es una estrella en el terreno. Tiene muchas condiciones para establecerse en las Grandes Ligas. Estoy muy contento de poder dirigir a un jugador de la calidad como la que tiene Víctor”, agregó.
Sobre los Nacionales
Con los Nacionales, Robles tuvo la oportunidad de formar parte de la trilogía jardinera de los Nacionales con Juan Soto y Bryce Harper. De este último manifestó su agradecimiento por las enseñanzas recibidas durante su estancia en el equipo grande.
