El dominicano de 27 años tiene la típica contextura física de un bateador de poca fuerza, alguien que apela a su versatilidad para defender el cuadro interior. Así lo demostró en su camino a las Mayores. En partes de cinco temporadas en las menores con los Medias Rojas y Azulejos, tuvo slugging de apenas .392. Entre el 2020 y el 2021 con el equipo grande de Toronto, Espinal continuó dicha tendencia al batear .390 – con una tasa de batazos de fuerza que se ubicó entre las más bajas del deporte.
Pero Espinal llegó a los campamentos con más musculatura. En la pretemporada, conectó tres batazos con una fuerza que jamás había tenido en las Mayores. En los primeros dos encuentros de esta temporada, dio dos más fuertes aun. Entonces, en las últimas tres semanas, el dominicano ha dado sus cinco conexiones más fuertes, todas entre 104 y 107 mph. Cuando le dijeron que había dado un batazo a 107 mph, dijo: “Me dijeron 107… pero no se sintió de 107. Una locura”.
Luego, el lunes, cuando dio tres hits en el triunfo de Toronto sobre los Yankees, dos de ellos salieron sobre las 100 mph. Lo ha hecho ya en cinco ocasiones en el 2022, lo que representa un tercio de los 17 batazos de ese estilo que había disparado en una sola temporada.
Tampoco es el nuevo Giancarlo Stanton. Ni siquiera tiene asegurada su titularidad en una alineación de Toronto llena de talento. Pero incluso con un poder aceptable que acompañe con una sólida defensa, Espinal podría asegurar un puesto como titular. Es una figura mucho más interesante de lo que era hace una semana. Ése es el punto.
