Había pasado casi un año desde que los Rangers habían visto esta versión de Jonathan Hernández, y los indicios de dominio que el diestro mostraba la semana pasada debían ser bienvenidos.
El prospecto número 8 de Texas lanzó siete entradas sin anotaciones para Double-A Frisco, ponchando a 10 por primera vez esta temporada y ganando el título de Lanzador de la Semana de la Liga de Texas. Hernández permitió tres hits y no pisó a un bateador en su única salida, sentando las bases de la victoria de los RoughRiders por 6-5 sobre Corpus Christi el viernes.
Hernández alcanzó los dos dígitos por última vez en ponches el 30 de mayo de 2018, cuando lanzó un récord personal de 11 en ocho marcos sin puntuación para la Clase A Avanzada del Este. Por supuesto, también se ganó el honor de Pitcher of the Week en la Carolina League por esa actuación. (Su primer premio Pitcher of the Week se produjo en mayo de 2017 con la Clase A Hickory de la Liga del Atlántico Sur).
El cegamiento de los Hooks de la semana pasada marcó el primer inicio sin anotaciones para Hernández en esta temporada y el primero sin permitir un pase gratis. El jugador de 22 años en un momento retiró a nueve bateadores seguidos y permitió que solo un corredor alcanzara la segunda base en todo el juego. La salida afeitó casi una carrera completa de su efectividad, reduciendo la cifra a 5.47 y bajando su WHIP a 1.48.
«Mi consistencia de adelantarme a los bateadores y tener la oportunidad de trabajar con buenos resultados», dijo a MiLB.com la semana pasada. «Esa fue la llave más grande».
La muestra digna de un premio se parecía a lo que Hernández hizo para ganar primero un ascenso a la Liga de Texas la temporada pasada. En 10 aperturas con los Wood Ducks, ponchó a 77 bateadores al tiempo que permitió 14 carreras limpias y 37 hits, bueno para una efectividad de 2.20 y 0.94 WHIP. Dio señales de eso cuando se unió a los RoughRiders en junio, anotando ceros en tres de sus 12 aperturas, pero vio que su proporción de ponches para caminar se redujo de 4.53 a 1.58. Los oponentes le quitan .247 a él después de lograr solo un promedio de .194 en la Liga de Carolina.
Hernández creció en la República Dominicana, pero nació en Memphis, mientras que su padre, Fernando, jugaba en Double-A. Firmó con Texas por $ 300,000 en 2013 y ha visto cómo sus cosas mejoran constantemente a lo largo de los años. Su vez una bola rápida de 90 mph ahora puede alcanzar 99 mph, por MLB.com. Su control deslizante ha agregado rapidez, y posee un cambio de 50 grados y una bola curva. Si pudiera aprovechar constantemente su comando como lo hizo la semana pasada, se proyecta como un titular de rotación media.
