SANTIAGO.- Cargado de grandes éxitos durante casi nueve décadas el aguerrido conjunto de las Águilas Cibaeñas, conmemora hoy su ochenta y ocho aniversario de fundación.
Los orígenes del equipo aguilucho están íntimamente relacionados con su predecesor, el legendario equipo Santiago Baseball Club.
Con el poderoso emblema del águila, símbolo de majestad y de victoria a lo largo de la historia Santiago B.B.C., fue fundado el lunes 2 de enero de 1933, como la primera novena representativa de esta ciudad y la región.
Las Águilas Cibaeñas 21 veces campeones nacionales, con cinco títulos caribeños y el único como monarcas de las Américas, iniciaran precisamente a partir de este sábado 2 de enero la batalla semifinal en busca de su pase a la disputa de la corona por ocasión número 40 (21-18) en el béisbol profesional dominicano.
Históricamente la escuadra amarilla adopta oficialmente el nombre de “Águilas Cibaeñas” cuatro años después con la propuesta hecha por Luis Tomás Saillant, el 28 de enero de 1937, iniciando así su exitosa trayectoria competitiva en la pelota profesional dominicana.
El consejo directivo de las Águilas Cibaeñas Baseball Club, dio a conocer hace en años reciente esta nueva fecha de fundación de la organización, sustentados en documentos históricos presentados por los historiadores deportivos del equipo aguilucho.
“Decidimos acoger esta fecha de fundación de nuestro aguerrido conjunto cibaeño ya que los documentos históricos confirman que el legendario conjunto Santiago Baseball Club, era el representativo de Santiago y el Cibao en todos los torneos nacionales y jugaba exhibiendo una águilas en la manga de su uniforme”, asegura Winston Llenas, presidente Ad-Vitam y figura más emblemática del club.
Agrega que el equipo que asumió más tarde el nombre de Águilas Cibaeñas, fue oficialmente concebido en una reunión realizada el lunes 2 de enero de 1933 con el firme propósito de competir especialmente contra los ya establecidos equipos Licey y Escogido de la ciudad capital.
“Nunca jamás deberá pasar desapercibida la efeméride que corresponde a la fundación de nuestro antiguo equipo santiagués, que con el símbolo del ave rapaz fue proclamado cuatro años despues con el nombre de Aguilas Cibaeñas, el 28 de enero de 1937, para participar en el campeonato profesional de ese año”, apuntó.
El periodista e historiador Rafael Baldayac comentó que es el Santiago Baseball club que acentúa la encarnizada rivalidad entre las dos grandes ciudades del país, Santiago y la Capital. Licey, fundado muchos años antes, el 7 de noviembre de 1907, ahora tenía a los santiagueros de contrincantes, además de su eterno rival, el Escogido, creado el 17 de febrero de 1921.
“La llama de las almas caídas en la gran catástrofe aérea de aquel fatídico domingo 11 de enero de 1948, se mantiene viva con el nombre de Águilas Cibaeñas, heredando esa mística ganadora de sus antecesores”, recordó Baldayac, miembro del staff de prensa del equipo cibaeño.
Tras el fracaso de la pelota profesional a partir de 1937 el Santiago Baseball Club volvió a representar a esta hidalga ciudad en los torneos nacionales de beisbol aficionado y pese a que sus integrantes desaparecieron en pleno durante la Tragedia de Rio Verde, las Aguilas Cibaeñas retoman el legado del mítico conjunto santiagués a partir de 1951 con el rescate de la pelota rentada criolla.
SBC PRECURSOR DE AGUILAS CIBAEÑAS:
En aquella reunión realizada el lunes 2 de enero de 1933, que deja constituido formalmente al famoso equipo de Santiago Baseball Club, participaron connotados munícipes de esta hidalga ciudad.
Domingo O. Bermúdez, Rafael F. Bonnelly, Augusto Vega Espaillat, doctor Manuel Grullón, Eladio Victoria Hijo, Ramón Suárez Vásquez y el licenciado Marcos A. Cabral encabezaron el grupo que le dio forma al representativo local.
También figuran como miembros fundadores de la escuadra santiaguera los señores Gustavo Tavárez, William E. Browne, Benjamín Sánchez G, Luis Mueses Ariza, Rafael V. Meyreles, Esteban Piola, Luis Perez y Demetrio Mojica.
Cinco días después de su formación, el sábado 7 de enero de 1933, sostuvieron su primer compromiso internacional jugando en el Play Enriquillo contra la famosa novena cubana “Cuban Star”. Los visitantes ganaron el doble encuentro con pizarras de 9×4 y 4×1.
En el segundo partido el lanzador Cocaína García, con su compatriota Alejandro Oms en circulación conectó el primer cuadrangular en los terrenos del Enriquillo Park, según revela Juan Antonio Paulino (Pirí) en su libro Reseña del Baseball del Primer Santiago de América.
Tres semanas más tarde, el 26 de enero, visitó a Santiago la novena Ponce de Puerto Rico que limita a una sola carrera al Santiago Baseball Club, anotada en la piernas de Luis Tomas Saillant, empujando por un triple del catcher Papín Henríquez.
El conjunto santiagués consiguió su primera gran proeza el 16 de agosto de 1933, cuando blanquea dos veces al ya famoso equipo de Licey de la capital. En el primer juego loso santiagueros contaron con la extraordinaria labor monticular del vegano Blanquito El Pino.
Mientras que en el segundo desafío de la jornada celebrada bajo el candente sol del Enriquillo Park el santiagués Bertico Pichardo con la ayuda en el noveno de El Pino dejaron de nuevo en blanco a Licey, para así propinarle 18 ceros consecutivos.
TRANSICIÓN: ÚLTIMA DIRECTIVA DEL SBC 1947-1948
La última directiva del equipo santiagués previo a la Tragedia de Rio Verde, y que marcó la transición definitiva a Águilas Cibaeñas, se produjo la noche del 27 de noviembre de 1947, exactamente un mes antes de la inauguración del Primer Campeonato Nacional de Beisbol Aficionado, truncado por la Tragedia de Rio Verde el 11 de enero de 1948.
En la reunión efectuada en los salones del Club Santiago resultó electo como nuevo presidente del team cibaeño el ingeniero Romeo Rojas, en la vicepresidente se eligió al próspero empresario Domingo O. Bermúdez; Jean Rudolphe Bournigal, secretario y el doctor Belarminio Lopez, tesorero.
Como vocales quedaron los deportistas Augusto Vega Espaillat y Fabio F. Gil, así como Victor Castellanos (Gobernador de Santiago) y José Antonio Hungría (Sindico Municipal). Completan la directiva los señores Luis Tomas Saillant, William Browne, Pedro Maria Jorge Arias, Sergio Bisonò y el periodista Luis Luque, quien pereció junto al doctor Lopez en la Tragedia de Rio Verde, el domingo 11 de enero 1948.
PRIMERA DIRECTIVA COMO AGUILAS CIBAEÑAS: 1951
El libro “Reseña del Baseball del Primer Santiago de America”, de Juan Antonio Paulino (Pirí), narra que el jueves cinco de abril de 1951 en una reunión encabezada por Miguel A. Vega (Nene), subcomisionado de béisbol por Santiago, “se escogió la directiva del equipo que llevaría el nombre de Águilas Cibaeñas, para representar a la región en el campeonato nacional de béisbol profesional próximo a iniciarse”.
La primera directiva aguilucha de 27 personas, estuvo conformada por Gerónimo Copello, presidente; licenciado Victor Manuel Espaillat, primer vicepresidente; doctor José de Jesús Alvarez, segundo vicepresidente; Rafael González, secretario de actas y Pedro Patxot, tesorero.
En calidad de vocales los también accionistas José Augusto Vega Espaillat, Domingo O. Bermúdez, Eduardo León Asencio, Jaime Rodriguez, doctor Felix Estrella, Nicolas Vargas, Ernesto–Burrulote-Rodríguez, Luis Tomas Saillant, Rafael Perdomo Michel, Federico De Marchena y William Browne.
Completando el grupo los señores Fernando León Asencio, Jaime J. Sued, Restituto González, Carlos Cantizano, Otanes Cruz, licenciado Manuel A. Saleta, licenciado Luis R. Mercado, Caonabo Bordas, Carlos Almonte, Jacinto Dumit y el doctor Salomón Jorge. Miguel- Nene- Varga, figura como asesor de la directiva.
La palabra Águilas Cibaeñas:
Como nota curiosa es importante señalar que la palabra Aguilas Cibaeñas aparece publicada por primera vez el lunes 8 de abril de 1929 en la página deportiva del periódico LISTIN DIARIO, es decir cuatro años antes de la fundación del Santiago Baseball Club.
En esa ocasión se leyó el siguiente titular: El Pitching de Bragaña, sin el “condimento” de la Perrubia, dejó en cinco “intentos” y sólo un “vuelo” a las Águilas Cibaeñas. La crónica firmada por F. Elio Alcántara y Moby Dick se refería a la derrota de las Águilas del Sandino 10×1 a manos del Licey durante el campeonato nacional de 1929.
Los integrantes del Santiago Baseball Club jugaban una pelota romántica, ya que según el Maestro Pirí ellos “vivían de sus salarios como obreros y solo cobraban una suma irrisoria por lo que denominan dividendos (ingresos por taquilla) en cada juego, practicando el deporte por diversión y ejercicio y sin perder el entusiasmo”.
El pago a los jugadores:
Agrega que en muchas ocasiones se daba el caso, de que antes del juego se decidía jugar por el “dividendo” por lo tanto el ganador del encuentro se llevaba todo y el perdedor no recibía ni un centavo por concepto de la venta de boletos. “En verdad, no significaba gran cosa, por que en resumida cuenta las entradas o taquillas oscilaban apenas entre cinco y diez centavos por persona”, refiere Paulino.
El Santiago Baseball Club representado por la novena Águilas de Santiago, era un equipo con una nómina salarial modesta. Más adelante presenta la nómina del equipo de Santiago Baseball Club (se convirtió en 1937 en Aguilas Cibaeñas) con los oficios que desempeñaban sus principales jugadores.
Las Águilas del Santiago BBC de 1937:
Estaba regido por una directiva presidida por Rene Moscoso, figuraba como vicepresidente Pedro Jorge Arias, secretario Pedro Casals hijo y tesorero Jorge Jorge.
Los vocales eran el licenciado Luís R. Mercado, Rafael V. Meyreles, Agustín Aybar, doctor Manuel Pastoriza y el licenciado Juan Antonio Bisonó.
Primer hogar y madrina:
Unos días antes de iniciarse el torneo la Comisión Municipal de Deportes logró que la Secretaría de Obras Públicas facilitara un rodillo o apisonadora, conocido como el “gallion” en esa época, para acondicionar el terreno de juego del Enriquillo Park donde jugaría el equipo Águilas de Santiago.
La hermosura, esplendidez y guapura de la mujer cibaeña siempre ha estado presente en el equipo de las Águilas desde que se canto por primera vez la voz de Playball. Como madrina fue elegida la señorita Flérida Mercado, que tiene el honor de ser la primera en la historia del representativo de Santiago.
ESTADIOS DE SBC Y AGUILAS CIBAEÑAS:
Hace más de un siglo que los santiagueros presenciaron por primera vez, tan temprano como en 1903, un juego de pelota.
Según los registros históricos se jugó en la misma porción de terreno, donde esta actualmente ubicado el Estadio Cibao, hogar de las Águilas Cibaeñas, en el sector Gurabito, y donde el inexorable paso del tiempo se ha encargado de modificarlo todo.
Tras la introducción del béisbol en el país por inmigrantes cubanos con la celebración de un partido entre los equipos “Santiago de Cuba” y “Angelina” en San Pedro de Macorís, el 25 de septiembre de 1886, se tiene bien claro que los primeros años de la pasada centuria fueron utilizados para la organización de equipos de beisbol y desarrollar la práctica de la disciplina.
En Santiago de los Caballeros existía para esa época el “Team Blanco”, del cual el historiador Rodríguez Demorizi cita en un suelto del periódico El Diario, del viernes 28 de agosto de 1903.
La nota periodística anuncia que las novenas rivales Blanco y Azul, se medirían en un partido baseball el domingo 30 a las tres de la tarde en los terrenos de la Sociedad Nuevo Club, situado en la Sabana de Gurabito.
Mientras que en el mismo periódico fecha 31 de agosto se publico un comentario sobre lo divertido que quedó el juego de pelota, donde el equipo Blanco salió triunfante por cuatro carreras.
Muy pronto el área se convirtió en un estadio o lo que de manera común llamamos play, – y no ha dejado de serlo jamás.
El primer estadio de pelota profesional en Santiago fue el play Enriquillo Park, ubicado en el sector La Joya, en lo que hoy es el Barrio La Tabacalera, inaugurado como campo deportivo el domingo 23 de septiembre de 1917 con un encuentro entre los combinados Yaque e Inoa.
Escenario de los grandes rivales del béisbol romántico de Santiago, las novenas Sandino y Municipal – ambos origen del Santiago Baseball Club que compite en los años 20.
El Play del Hipódromo
Se afirma que el play de Gurabito fue originalmente el hipódromo de Santiago que en una nueva etapa recibió el campo de juego de pelota en su centro. Tenía forma de óvalo bordeando las gradas que formaban la pista para las carreras de caballos.
Más adelante el estadio es asiento del equipo que representa por primera vez al Cibao en los campeonatos nacionales y que a partir de 1937 llevaba el nombre de Águilas Cibaeñas, compitiendo contra los capitalinos Licey y Escogido, y las Estrellas Orientales de San Pedro de Macorís.
Cuando renació el béisbol profesional en verano de 1951, el viejo parque de béisbol y carreras de caballos, volvió a ser la sede temporal del colectivo de las Águilas Cibaeñas, que en esos primeros cuatro torneos veraniegos, también jugaron en el legendario play de La Normal de la capital.
Mientras que a partir de 1955 se inicia la segunda etapa de nuestro pasatiempo con la afiliación al béisbol organizado de los Estados Unidos, facilitando la participación de jugadores de mayor calidad en el ahora campeonato otoño invernal.
Construcción del Estadio Cibao:
Con esa aureola en el mes de julio de 1957 se da inicio a los trabajos de construcción del Estadio Leonidas Radhamés, conocido actualmente como Estadio Cibao. Un periodo de dos meses tuvo que esperar la población para ver el inicio de la obra, luego que el dictador Trujillo hiciera el anuncio en la víspera de las elecciones generales del 16 de mayo de 1957.
El primer picazo de la construcción del moderno parque de pelota con luces tuvo efecto en la mañana del lunes 15 de julio de 1957 durante una concurrida ceremonia a la que asistieron todas las autoridades deportivas, civiles y militares, así como miles de fanáticos de las Aguilas Cibaeñas.
La primera plana del periódico La Información de esa fecha destaco la trascendental actividad para todo el Cibao con el título: Hoy Iniciaron Trabajos Construcción del Moderno Estadio de Santiago.
El sábado 25 de octubre de 1958 la hidalga ciudad de Santiago vistió sus mejores galas para la regia inauguración del moderno parque de béisbol con el nombre de Leonidas Radhamés. La importante obra deportiva fue construida por el ingeniero Bienvenido Martínez Brea, con capacidad de 10 mil fanáticos y su costo fue de un millón 500 mil pesos.
La apertura del “nido aguilucho”, que sirvió de escenario para abrir la cuarta versión de la pelota invernal dominicana, no pudo ser más memorable con los batazos del refuerzo norteamericano Dick Stuart y el resonante triunfo del conjunto aguilucho sobre los Tigres del Licey, que con el paso de los años serían sus archirrivales.
Jugando por primera vez en su nido las cuyayas derrotaron a los felinos con anotación de 7 por 4 con una gran demostración de poder de Stuart, un prospecto de los Piratas de Pittsburgh, quien tiene el honor de haber despachado los dos primeros jonrones en este parque de pelota.
Ampliación del Estadio Cibao:
Quince años después, el 13 de agosto de 1973, comienzan los trabajos de ampliación del parque de pelota con la construcción de bleachers detrás de la verja de los jardines derecho e izquierdo con capacidad de 5 mil en cada localización.
Con esta remodelación nacen las graderías denominadas “Ampliación “, en los laterales del play, paralelas a las líneas de primera y tercera.
El nuevo estadio con gradería en todo su alrededor, y que elevo a 18 mil la capacidad, fue entregado por el ingeniero Juan Sánchez Correa en octubre de 1974, contando además con la reparación del Grand Stand, moderna pizarra electrónica y alumbrado de Cuarzo.
Las últimas grandes remodelaciones se han realizados previo al inicio de los torneos, especialmente cuando las graderías de ampliación fueron techadas en el 2001 y en ocasión de la celebración de la Serie del Caribe en el 2008, una de las más costosas e importantes reconstrucciones del parque de pelota que presenta una fachada impresionante.
Además han sido remozados los dogouts y clubhouse de ambos lados amplios y confortables, se instalo un super moderna pizarra electrónica se mejora e cada año campo de juego, sistema eléctrico y sanitario, y contando además con la instauración en su interior de palcos especiales VIP, tiendas para venta de souveniles, restaurantes y otras facilidades para el fanático cibaeño.