SANTIAGO.-José Augusto Rodríguez es uno de los jugadores que ya se presentó a los entrenamientos de las Águilas Cibaeñas, mostrando gran fortaleza física y la capacidad de desempeñarse tanto en el cuadro interior como en los jardines.
Apodado “Popeye” por un tatuaje en uno de sus musculosos brazos, Rodríguez asegura que está preparado física y mentalmente para cumplir cualquier rol con tal de ayudar al conjunto cibaeño a conquistar la corona.
Con apenas 24 años, cumplidos en mayo pasado, Rodríguez acumula siete temporadas de experiencia en el béisbol profesional y ya tuvo un breve paso por Grandes Ligas hace dos años, cuando pertenecía a los Medias Blancas de Chicago.
El jugador nativo de Esperanza, provincia Valverde, explicó que perdió gran parte de la pasada campaña al permanecer en la lista de lesionados de 60 días, lo que limitó su accionar en ligas menores con la organización de los Filis de Filadelfia.
“Sí, estuve fuera por mucho tiempo, me lesioné y duré un par de meses en rehabilitación, pero gracias a Dios estoy saludable y vengo al invierno más fuerte, listo para ayudar a las Águilas a ganar el campeonato”, expresó al conversar con la prensa del equipo.
Rodríguez confesó que ha aprendido de sus errores y que ahora tiene la mente enfocada en mejorar en todos los aspectos, dejando atrás los problemas que tuvo durante su paso por la organización de los Medias Blancas.
“Trabajo fuerte para mantenerme en buena forma física y con la mente enfocada en el juego, sin distracciones que me afecten”, subrayó.
Aunque en la pasada temporada de ligas menores inició jugando en los jardines, señaló que la posición en la que se siente más cómodo es la segunda base.
Con más de 2,000 turnos agotados en su carrera, 593 imparables, 62 cuadrangulares y 142 bases robadas en 504 partidos en ligas menores, Rodríguez combina poder y velocidad. Sin embargo, sus instructores insisten en que debe mostrar mayor disciplina en el plato.
“Me recomiendan ser más paciente, esperar buenos pitcheos. Eso me ayudará a tener una mejor ofensiva que la que he mostrado”, comentó.
Este verano, con Reading Fightin Phils (AA de los Filis), además de breves estancias en Clase A por fines de rehabilitación, disputó 41 juegos en los que bateó para promedio de .297, con 46 imparables en 155 turnos, incluyendo cinco dobles, un jonrón y 18 carreras impulsadas.
