El jueves 25 de septiembre de 1952 las Águilas Cibaeñas saborearon por primera vez el néctar de la victoria con la conquista del campeonato de béisbol profesional derrotando a que se extendió al máximo de siete juegos, para cerrar con broche de oro el torneo veraniego bautizado “Campeonato Pro-Elección General Trujillo”.
El conjunto representativo de la región del Cibao inicio de esta manera su ruta hacia las 21 coronas, con este resonante triunfo en la pelota de verano, etapa inicial del béisbol profesional criollo, que tuvo como principal escenario el estadio de La Normal, semillero del romanticismo del pasatiempo favorito de los dominicanos.
La tropa aguilucha, que jugaba en el viejo estadio del Hipódromo, se impuso en una justa donde imperaba el sistema de dos vueltas pactado a 27 desafíos cada una.
Los ganadores de cada una de estas rondas regulares se enfrentaban en la serie final para decidir el título de campeón.
Águilas y Escogido quedaron empatados en la primera vuelta, pero esta no se decidió sino hasta después de concluida la segunda, que fue ganada por el Licey. El campeonato se inició el sábado 26 de abril de 1952 finalizando esa primera ronda el 2 de julio. La segunda comenzó el sábado 28 de julio y cerró el domingo 24 de agosto de 1952.
La Comisión Nacional de Beisbol, presidida por el doctor Pedro Julio Santana, ante esta situación fijo una corta serie 3-2 de desempate entre Águilas y Leones, ganando el equipo cibaeños los dos primeros juegos y el derecho a medirse en la final a los azules.
Esta serie se inició el jueves 28 de agosto en Santiago y terminó el domingo 31 en Santo Domingo.
Combinando ambas vueltas el equipo aguilucho tuvo el mejor promedio de ganados y perdidos en la serie regular, con marca de 33-22, para ser el primero en jugar para 600 en una temporada en la liga dominicana.
LAS 14 VICTORIAS DE MCDUFFIE:
Estas dos victorias consecutivas de los aguiluchos en la miniserie se la acreditó el extraordinario lanzador derecho Terry McDuffie, para llegar a 14 juegos ganados en la campaña regular, un record que sigue vigente en la pelota dominicana
Guillermo Vento, tercera base y cátcher, lideró el equipo en bateo .327 (202-66), líder del circuito en hits (66), CE (34), H2 (13) máximo de la liga y HR (4). El jardinero Alejandro Crespo conectó para .286 (210-60) y fue líder de la liga en CA (34). Luis Villodas en H3 (5) y el criollo Miguel-Tiant-Tineo en bases robadas del torneo (17).
Cuatro jugadores aguiluchos terminaron con al menos 20 carreras impulsadas, ellos fueron Vento (33), Villodas (28), Crespo (27) y Bicho Pedrozo (20). En total diez lograron cifra doble en este renglón.
Terry McDuffie con sus dos triunfos extras, lideró la liga con marca de 14-3, 1.80 de efectividad y 13 partidos completos en 17 aperturas dominando la liga en estos renglones.
Mientras que Emilio Cueche fue el lanzador más laborioso tirando 147.2 entradas y ponchando a 101 bateadores, encabezando el circuito en ambos departamentos. Un año después, el 19 de julio de 1953, se mantuvo en el box por 17 entradas en un partido donde enfrentó a 66 bateadores.
McDuffie era el as de una sólida rotación completada por el venezolano Emilio –El Indio- Cueche, el boricua Willie–Gachito-Morales y el zurdo criollo Tomas Gómez Checo.
El serpentinero derecho norteamericano creador de la frase “la hit no gana juego”, fue el héroe indiscutible de esa primera corona aguilucha, apenas en el segundo certamen de nuestra pelota rentada.
FINAL EN ESTADIO DEL HIPODROMO:
La serie final comenzó el sábado 6 de septiembre de 1952, con los tres primeros juegos en el antiguo estadio del hipódromo de Santiago.
Los Tigres ganaron el primero 4 carreras por 3 enfrascándose en un cerrado duelo de diez entradas los serpentineros Emilio Cueche por las Águilas y Rubén Gómez por los felinos.
El jardinero boricua Luis Rodríguez Olmo, bateo de 5-2, con dos remolcadas, incluyendo un doble en el décimo que trajo a la goma la vuelta decisiva en las piernas de Alcibíades Colón, que también brilló en la ofensiva pegando triple y sencillo con una impulsada.
Mientras que en el segundo juego de la serie, efectuado en la mañana del domingo 7 de septiembre, también en Santiago, las Águilas triunfaron 5×4 con labor monticular combinada de Terry McDuffie que gano y Tomas Gómez Checo, que salvó para igualar a un partido por bando la final.
Fernando Bueno, defensor del primer cojín cibaeño, pegó tres hits e impulsó dos carreras y el receptor Alejando Crespo pegó el batazo clave, un doble remolcador en el sexto episodio.
En el juego de la tarde, tercero de la final, Chichi Olivo, que había realizado un relevo de cinco entradas en la mañana, espacio 5 hits, tres de ellos de Tiant Tineo, y blanqueo 5×0 a las Águilas. Olivo completó una de la más brillante jornada de pitcheo, tirando 15 episodios de una sola carrera. Manolete Cáceres conectó un triple productor de tres anotaciones.
FINAL EN ESTADIO LA NORMAL
Al siguiente fin de semana la serie se trasladó a La Normal con ventaja 2-1 de los azules. El sábado 13 de septiembre después de batallar durante 10 largas entradas el juego tuvo que ser suspendido por oscuridad empatado 5-5 con otro duelo de Cueche y Gómez.
En la mañana del domingo 14 de septiembre, el zurdo Tomas Gómez Checo, tiró blanqueada de tres hits y las Águilas ganaron 1×0 superando a Chichi Olivo, un digno rival.
Alejandro Crespo en el cuarto capítulo empujó al receptor Guillermo Vento con la única vuelta del cerrado encuentro para emparejar 2-2 la final.
Terry McDuffie en la tarde llevó a las Águilas al comando de la serie venciendo a los azules 4×3 frente a su estelar Guayubín Olivo que permitió un jonrón en el noveno de Alejandro Crespo, que puso a los cibaeños al frente de la serie 3-2 al cierre de la segunda jornada semanal.
El domingo 21 de septiembre, se pudo volver a jugar, tras la suspensión del sábado 20 debido a la lluvia, y los azules frustraron las aspiraciones de los aguiluchos coronarse campeones en su patio al imponerse 3×1 detrás del pitcheo de Rubén Gómez. El jardinero central liceísta Luis Báez bateo de 4-4 con una remolcada.
JUEGO QUE LE DIO LA CORONA
Luego de las suspensiones por los aguaceros en Santiago, la serie regresó a la capital. El juego que le dio la corona a las Águilas tuvo como escenario el estadio de La Normal y fue celebrado el 25 de septiembre de 1952.
El equipo de las Águilas, con Emilio Cueche en la colina de los sustos y quien laboró en 8.1 entradas permitiendo una carrera limpia, ponchando a diez azules, se anotó la victoria, sacando un out cada uno, Tomas Gómez Checo y Terry McDuffie que logró el rescate para sellar un triunfo con pizarra de 4 carreras por una.
Además de McDuffie, las mejores muestras del pitcheo fueron las de Emilio Cueche y la de Tomás Gómez Checo que en el juego que inició blanqueó al Licey y en las dos siguientes salidas como relevista logró el salvamento.
JUGARON CON EL MISMO ROSTER TODO EL TORNEO
Los campeones jugaron con el mismo roster desde que se inauguró el campeonato, el sábado 26 de abril hasta su último día de la final, el jueves 25 de septiembre, cuando conquistó la corona. Acontecimiento único en la historia del béisbol dominicano.
En cambio los equipos rivales despidieron de sus filas a un total de 34 peloteros durante la campaña de 1952. Las Estrellas Orientales dieron de baja a 13 jugadores, Tigres del Licey a 11 y Leones del Escogido a 10.
Las Águilas tenían en su nómina jugadores refuerzos del calibre del venezolano Guillermo Vento, el boricua Luis Villodas, quienes se alternaban defendiendo la receptoría y la inicial, así como el cubano Fernando «Bicho» Pedrozo, que jugaba en la antesala.
Como jugadores del cuadro figuraban además los criollos Julio Martínez, Guillermo Estrella, Juan «Bragañita» García, Elías Frías, Daniel Rodríguez y Fernando Bueno. También fueron miembros de los campeones los jardineros Alejandro «El Villanazo» Crespo, Caballero Cepeda, Miguel «Tiant» Tineo y Ramón Eligio «Tetelito» Vargas.
Donde las Águilas comieron con su dama fue en la profundidad de su pitcheo integrado por los importados Emilio Cueche, Terry McDuffie y Willie «Gachito» Morales. Además el pitcheo aguilucho contaba con el estelar zurdo criollo Tomás Gómez Checo, Miguel «Ford» Aracena, Rafael «Buda» Capellán y Octavio Blanco.