CHICAGO — Christopher Morel dijo que iba a pasar. El novato dominicano de los Cachorros no estaba seguro si tendría una oportunidad de batear, pero en la parte final del partido del martes de Chicago contra los Piratas en el Wrigley Field, le predijo algo al venezolano Willson Contreras.
Morel le dijo a Contreras que pegaría un cuadrangular en el primer turno de su carrera en las Mayores — como lo hizo el propio Contreras hace seis años. En la octava entrada del compromiso del martes, Morel tuvo su oportunidad y le puso un punto de exclamación a la victoria de Chicago por 7-0 sobre Pittsburgh al sacudir un bambinazo como emergente que estremeció al estadio en el Norte de Chicago.
Willson’s reaction is everything. pic.twitter.com/8eTS9bPixK
— Marquee Sports Network (@WatchMarquee) May 18, 2022
Morel estaba igual de asombrado que los demás.
“En ese momento, no pasó mucho por mi mente”, declaró Morel. “Dije, ‘Dios mío’”.
El viaje de Morel por las bases tras su vuelacercas también fue una aventura.
Tras su tablazo a las gradas del bosque izquierdo, Morel hizo un bat flip. Alzó sus brazos mientras daba vueltas cerca la primera base. En un principio, no pisó la almohadilla, pero al devolverse aprovechó para celebrar y dar un grito antes de seguir su camino las otras bases. Señaló al cielo y tocó su casco al pisar la tercera base. En el plato, abrazó a su compatriota Jonathan Villar.
Contreras — quien era el primer bateador de los Cachorros en sacudir un bambinazo en su primer turno con el equipo grande el 19 de junio del 2016, también contra los Bucaneros — salió corriendo de la cueva mientras la bola volaba sobre la barda. Saltó en celebración y, cuando Morel regresó a la caseta, empujó al novato para que saliera a recibir otra ovación de los aficionados.
“Conozco a este muchacho desde hace un buen tiempo; me da mucho orgullo”, dijo Contreras. “Fue increíble. Me dijo que iba a dar jonrón y tuve el presentimiento de que iba a aportar. Pero creía que sería sólo un hit o un globito. Algo positivo.
“Pero cuando vi la bola salir, no había dudas. Ese muchacho tiene poder en ese bate”.
El conjunto de Chicago subió al infielder desde Doble-A Tennessee antes del partido, para agregar un guante versátil con un intrigante bate para la banca. En 28 partidos con Tennessee, Morel tenía una línea ofensiva de .306/.380/.565 con siete cuadrangulares, 20 remolcadas y 22 anotadas. MLB Pipeline califica al quisqueyano como el prospecto número 21 en la lista de los Mejores 30 de la organización.
Cuando Morel llegó al estadio el martes, el piloto David Ross se acordó de algo que el joven le había dicho durante los Entrenamientos de Primavera.
“Me dijo que lo iba a ver en el equipo grande este año”, declaró Ross. “Me lo recordó cuando lo felicité en mi oficina tras su ascenso. Fue impresionante”.
Morel ya era parte del roster de 40 jugadores — lo que lo hacía uno de los candidatos para subir tras la reciente ola de lesiones en Chicago — pero todavía estaba incrédulo cuando el dirigente de Doble-A, Michael Ryan, le dio la noticia. Un día después, Morel no podía creer lo que estaba pasando en el Wrigley Field.
“Nunca llegué a creer que los aficionados de los Cachorros me darían esto”, señaló Morel. “Para mí, fue un momento increíble”.
Morel se refería a la eufórica bienvenida durante su primera visita al plato. Con los Cachorros arriba por 6-0, cayó a 0-2 en la cuenta. Los fanáticos se pusieron de pie y los decibeles de ruido se elevaron cuando la cuenta llegó a 3-2.
“Me concentré”, explicó Morel. “Sólo pensé que lo podía hacer. Lo había hecho antes, así que lo podía hacer en este momento. Eso era todo lo que pensaba”.
Cuando Morel entró al terreno para defender la tercera base en la novena entrada, los presentes lo ovacionaron otra vez. Mostró una sonrisa y agradeció al público con su gorra.
“Gran momento para él”, agregó Ross entre risas. “Es algo que todos soñamos”.
Jordan Bastian/MLB.com
@MLBastian