Los efectos causados por la pandemia del COVID-19 han costado millones de empleos a nivel mundial y han forzado a las personas a tratar de buscar otras alternativas para poder cumplir con las obligaciones del día a día.
Esta es una realidad que se aplica para todos, incluidos los peloteros profesionales, quienes no han salido bien parados por culpa de los retrasos, suspensiones y cancelaciones de torneos y ligas a nivel mundial. Como consecuencia de que los casos detectados de la enfermedad han ido en aumento y las autoridades deportivas junto con las ligas profesionales, muchos jugadores han tenido que enfrentar difíciles situaciones.
Uno de los peloteros afectados con toda la situación es el beisbolista dominicano Aneury Tavárez, quien en una entrevista exclusiva con ESPN, luego de haber publicado una foto en la que dio a conocer que se ha visto obligado a trabajar en el sector construcción, reveló los detalles del sacrificio que ha tenido que hacer por el bien de su familia.
«Durante el segundo mes de la temporada pasada [de MLB], Boston [Red Sox] me dejó libre. En ese momento hablo con mi esposa y decidimos que me iría a trabajar con su padre en una empresa de construcción y por las tardes continuaría mis entrenamientos para mantenerme en condiciones cuando un equipo llamara».
«Al poco tiempo me contactaron desde México y voy a jugar a la liga de verano. Se suponía que volvería a jugar allá [junto a los Generales de Durango], pero vino el retraso en febrero, a las dos semanas de estar entrenando. Luego nos llamaron para avisarnos que la liga empezaría, de hecho, entre el 15 y el 18 de este mes debíamos reportarnos, pero al final decidieron cancelar el torneo y me quedé sin trabajo nuevamente».
«Es muy doloroso que cancelen el torneo, nosotros los peloteros no tenemos otra opción, tenemos que hacer lo que sabemos hacer. Para muchos de nosotros todo se trata de prepararnos para el verano, jugar, luego prepararnos para el invierno, volver a jugar y nuevamente prepararnos para el año próximo. Muchos no tienen la suerte ni la experiencia de poder hacer otra cosa fuera de la pelota», agregó el jardinero.
Tavárez reveló que se encuentra muy tranquilo con la decisión de trabajar en construcción y poder proveer para su familia, señalando que su esposa le ha manifestado que se encuentra orgullosa de su determinación.
«A uno siendo joven podría darle vergüenza este tipo de trabajo, casi no se ve a nadie joven trabajando en construcción, en especial uno que es pelotero. Muchos son orgullosos, no les gustaría que los vean trabajando este tipo empleo, porque la gente va a hablar que no están bien económicamente o que lo botaron del equipo. A mí no me importa lo que piensen, lo único que quiero es buscar el sustento de mi familia, siempre haciéndolo de forma correcta».
«Ese mensaje me lo dio mi papá cuando yo tenía como nueve o diez años. Un domingo, poniendo una malla ciclónica, no sé de dónde le salió decirme eso, pero siempre recordaré que me dijo que yo debía estar orgulloso y que ningún trabajo debería darme vergüenza, a excepción de que me agarren robando. Uno tiene que buscar sustentar su familia, no se puede quedar en su casa esperando que la pelota vuelva, porque si no regresa, ¿qué harás?, gracias a Dios que uno puede salir con salud y trabajar para la familia», dijo el pelotero.
Finalmente, Aneury Tavárez, quien fue objeto de cambio entre Estrellas Orientales y Águilas Cibaeñas, dijo que pertenecer al equipo de su ciudad natal es un sueño hecho realidad, por lo que estará contento y listo desde el primer día para jugar con el conjunto cibaeño. En septiembre tiene planeado regresar a la República Dominicana para ponerse en óptimas condiciones físicas de cara al próximo torneo de béisbol invernal.